Salud
Por: Sofía Leviaguirre
Hoy te contamos por qué la carne puede ser la causa de tus infecciones urinarias, porque aunque suena rarísimo, hay evidencia científica.
Suena rarísimo, pero cada vez hay más evidencia científica que apunta hacia un culpable inesperado de las infecciones urinarias: la carne. Lo que antes creíamos que era solo cuestión de higiene íntima, ahora parece tener mucho que ver con lo que ponemos en el plato. Hoy te contamos la verdad detrás de tus infecciones urinarias.
Investigadores de varias universidades han encontrado cepas de Escherichia coli (E. coli), la bacteria que causa la mayoría de las infecciones de vías urinarias, en productos cárnicos como pollo, res y cerdo. Lo alarmante es que algunas de esas cepas son genéticamente idénticas a las que provocan infecciones en humanos. Es decir, las bacterias que llegan a tu sistema urinario pueden haberse originado en un filete o una pechuga de pollo.
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El problema no es solo cocinar o lavar mal la carne (aunque siempre debes fijarte en eso). El verdadero origen está en cómo se crían los animales. En muchas granjas industriales se usan antibióticos para engordar más rápido al ganado o prevenir enfermedades en condiciones de hacinamiento. Ese abuso crea bacterias resistentes que, al contaminar la carne, pueden llegar hasta tu cocina.
Si tienes carne cruda contaminada, al cortarla en una tabla o tocarla con las manos antes de lavar bien las bacterias pueden colarse en tus utensilios, tus alimentos o incluso en ti. Si esas bacterias llegan al tracto urinario, pueden provocar una infección difícil de tratar.
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La buena noticia es que hay formas sencillas de reducir el riesgo:
El punto no es volverte vegetariano de un día para otro, sino entender que tu salud intestinal, inmunológica y urinaria están más conectadas de lo que crees. Cuidar la calidad de lo que comes y cómo lo cocinas puede marcar la diferencia entre una vida libre de infecciones y una temporada incómoda con antibióticos y malestar.
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Por: Sofía Leviaguirre