Hábitos que destruyen tu postura

Son cosas que haces sin pensar y que puedes corregir para no hacerle más daño a tus huesos, articulaciones y postura.

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Muchas veces pensamos que si tenemos algún dolor, lesión o problema en columna y articulaciones tendría que estar asociado a alguna caída o accidente…

En muchos casos, todo este tipo de condiciones los fuimos desarrollando día a día, hasta que llega el movimiento, tensión o situación que es la gota que derrama el vaso y llegamos a una crisis o iniciamos con un dolor o problema aparentemente de generación espontánea.

El cuerpo fue diseñado para podernos adaptar al medio en el que vivimos y a esto se le llama salud. Cuando el cuerpo no puede corregir algo, su proceso natural y sano es adaptarlo en forma de degeneración, la degeneración no habla de la edad del paciente sino de la edad de la lesión y lo que el cuerpo ha hecho para compensarlo o adaptarlo.

Es importante observar las posturas en las que hacemos muchas de las actividades diarias y ver qué músculos trabajamos. Así como vas al gimnasio a trabajar ciertos músculos, imagina ir al gimnasio y trabajar 8 o 10 horas un músculo… ¿Estás de acuerdo que se notaría el músculo trabajado?

Estos son los hábitos más comunes que están acabando con tus huesos y postura:

1. Cruzar las piernas. Una forma en la que acostumbras descansar tu postura o la forma en que estás sentado. Observa cómo tienen que inclinarse los huesos de la o las piernas para que puedan engancharse una con otra. El problema es que la palanca se hace en tres puntos especialmente que tal vez te suenen: cadera, rodilla y tobillo.

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2. De completo reposo a iniciar una actividad. Llevas 2, 3 o más horas sentado o acostado en una posición similar, sin mayor movimiento… y de la nada resulta que tienes que subir tres pisos de escaleras para una junta o unas escaleras para ir al baño, te habla tu hijo o va a empezar tu junta.

3. La forma de estirarte, la gran mayoría de los estiramientos son copia o tradición y como se siente rico, se vuelve un hábito, que generalmente nos lleva a un círculo vicioso. Los estiramientos deben ser a favor de la biomecánica del cuerpo era beneficiar y no perjudicar.

4. Tronarte las articulaciones… ¿Qué estás moviendo y en qué sentido exactamente? ¿Por qué cada vez lo haces más seguido? ¿Sabes que estás debilitando articulaciones porque estás generando laxitud en los ligamentos y riesgos de lesión?

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5. Los zapatos que usas, no solamente los tacones, hay muchos zapatos con poca o mala forma que no es que estén prohibidos pero son los que debes utilizar días que vas a estar más en reposo. Piensa que la forma del zapato está reorganizando el rompecabezas que forman los huesitos o tarso y metatarsos del pie y si no tiene soporte y tacón adecuado, las curvaturas de la columna no tienen esa mínima flexión para amortiguar movimientos.

6. La bolsa, maleta, portafolio, mochila o lo que sea que cargues. Para nivelar el peso y la carga el cuerpo tiene que inclinarse para hacer un contrapeso, además de tensar los músculos del hombro y brazos para poder sostener el bulto.

Por supuesto que cada caso hay que revisarlo de forma independiente y saber el origen y forma de corregirlo de forma específica e individual, pero esta es una pequeña guía para tomar conciencia y cambiar por lo menos uno o dos malos hábitos que seguramente te están lastimando aunque aún no haya síntomas.

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