Fotografía de iris: el arte que encierran los ojos y amarás conocer

¿Alguna vez has notado los detalles que tienen los iris de tus ojos?

Cuando pasé por la clínica de oftalmología durante la carrera de medicina y me asomé por primera vez en una lámpara de hendidura, me enamoré por completo del inmenso universo de los ojos. Hay tantos detalles, ondulaciones, valles, cráteres y lunares que, ¡es como asomarse a la superficie marciana desde una nave espacial! Por eso quiero contarte sobre la Fotografía de iris: el arte que encierran los ojos.

Por: Dr. César Sánchez Galeana.

Muchos años después como oftalmólogo, las maravillas de los de los ojos casi pasan inadvertidas para uno que vive, piensa y sueña con los ojos. Pero sin duda cada que examino a un paciente, me vuelvo a sorprender. El iris es fascinante y en nuestra población cosmopolita podemos ver cafés terrosos, avellanados, ondulantes como dunas desérticas, azules oceánicos o verdes aceitunados.

Fotografía de iris: el arte que encierran los ojos

En un paseo por la Barcelona pospandémica descubrí una galería de ojos, exclusivamente de iris, donde la gente se podía tomar una foto y después se la imprimían en un impresionante cuadro que plasmaba todos los detalles de sus ojos. Investigué un poco y descubrí uno o más de estos santuarios iridianos en algún lugar de América Central y en grandes capitales de Europa.

Se juntó el asombro con la vocación de ayudar (que hemos ejercitado durante veinticinco años) y desarrollé una técnica para fotografiar el iris en México. No es fácil, y siendo médico y no fotógrafo, peor aún. Pero me junté con quien sí sabe, y poco a poco le fuimos arrancando los secretos a los ojos para desnudar su iris, sin que estorbaran los anexos como los párpados, las pestañas y a veces, esa cosa gigante pegada al ojo que se llama ser humano.

Monté un estudio arriba de mi consultorio, exclusivo para los placeres de la fotografía de los ojos, sin ninguna relación con una aburrida visita médica. Por el único placer de revelar el arte que encierran los ojos para plasmarlo en cuadros de acrílico, lienzo y aluminio. O mejor, crear una joya que podemos llevar en una pulsera, un collar o un anillo de oro, plata, ágata, ónix u obsidiana.

Lo que más me emociona es que puedo crear un fondo para ayudar a pacientes con dificultades visuales y económicas. Compartiendo así un pedacito del alma con quien más quieres y con quien no conoces.

Encontré en la palabra “mirarte” un hermoso slogan que engloba la acción de mirar, el arte que eso encierra y el hecho de verse a sí mismo en una fotografía; lo que a la vez, devuelve a la vista a quien no conozco.

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