Fallas de memoria: ¿cuáles son normales y cuáles son preocupantes?

Si sientes que se te están yendo las cabras mejor échale uno ojo a esto

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Si tienes alguno de estos desperfecto, pero no estás peor que hace unos años, quizá solo tengas que mejorar tu atención:

  • Alguna vez se te olvidó que tenías una junta o que habías quedado de tomarte un café con tu prima Prudencia, la que siempre trae chismes de diez.
  • Al platicar se te escapa alguna palabra, pero eso no te traba, usas otra en su lugar y más tarde te acuerdas cuál era.
  • Registras las respuestas que te dan y no andas pregunte y pregunte lo mismo mil veces.
  • Te acuerdas de qué trató la película el fin de semana, pero no te acuerdas bien del nombre.
  • Te acuerdas que tu vecino está estrenando una moto pero no del color ni del modelo.
  • No siempre te acuerdas de algo que acabas de leer, pero es más una bronca de concentración que de memoria.
  • Las notas, agendas y calendarios te ayudan a organizarte.
  • Tus olvidos no joden tu vida diaria ni tu desempeño en la oficina
  • Te acuerdas del punto central de las conversaciones, pero no siempre tienes clarísimos los detalles.
  • De pronto vas a la oficina y ya ahí, se te olvida a qué ibas.
  • A veces se te esconden las llaves, los lentes o el control de la tele, pero en general tienes claro dónde están guardadas las cosas.
  • Te sabes mover por la ciudad perfecto, pero si alguien te pide indicaciones, batallas con los nombres de las calles.
  • Se te puede olvidar la fecha, pero tienes claro el año, el mes y el día de la semana.
  • Cuando tu mujer voltea y te dice: “sí sabes qué día es hoy, ¿verdad?”, te das cuenta que tienes que salir corriendo a comprar flores porque olvidaste su aniversario.

SI TIENES MÁS DE TRES DE ESTAS SEÑALES VE CON UN NEURÓLOGO, PSIQUIATRA O NEUROPSICÓLOGO PARA IDENTIFICAR LA CAUSA Y VER QUÉ SE PUEDE HACER:

  • A veces te causa bronca seguir tareas cotidianas, como ir a pagar la luz, el gas, el agua o hacer la comida.
  • A cada rato se te olvida dónde estacionaste el coche.
  • Amigos o familiares te han dicho que están preocupados o cuestionan tu capacidad para cuidarte solo.
  • Ya eres famoso por repetir tus comentarios en una misma conversación o preguntar lo mismo una y otra vez.
  • La gente te dice que hiciste cosas raras o inapropiadas y tú ni en cuenta.
  • Se te olvidan fechas importantes, como los cumpleaños de tus hijos.
  • Batallas con actividades que antes hacías de rutina.
  • Las notas y calendarios no te sirven porque se te olvida revisarlos.
  • Tu pérdida de memoria te ha dado buenos sustos, como cuando de pronto te das cuenta que no sabes dónde estás o que te saliste de la casa y dejaste conectada la plancha sobre la cama.
  • Te cuesta trabajo seguir la trama de la película que estás viendo o del libro que estás leyendo.
  • Te cuesta trabajo seguir el hilo de una conversación en una junta de trabajo.
  • Has tenido cambios de personalidad, tal vez te volviste más inquieto e impaciente o callado y distante.
  • Vas al súper y compras 200 latas de atún o una pila de papel de baño porque se te olvida que ya tienes en la casa.
  • Se te olvida comer o no te acuerdas si comiste o no.
  • Pérdida de interés en salir con amigos o hacer cosas.
  • Pones las cosas en lugares extraños, como las llaves en el congelador y a veces piensas que alguien te está robando.
  • De un tiempo para acá empezaste a tomar malas decisiones, como gastarte un dineral en productos milagro que viste en la televisión.

SI TODO SE TE OLVIDA PUEDE SER POR:

Tu estilo de vida: si se te dan los excesos, seguro muchas veces despiertas sin saber qué pasó. La falta de sueño, el jet lag, el nivel bajo de azúcar o la deshidratación pueden causar lagunas. También una racha de mucho estrés o un trauma grande ocasionan lapsos en blanco.

Daño cerebral: a veces un golpe, un choque, caídas, contusiones, cirugías o algunas infecciones afectan la memoria.

Enfermedades: las fallas de memoria son síntoma de unas 386 enfermedades. Por ejemplo, ansiedad, depresión, bipolaridad o esquizofrenia, tumores, sida, cáncer, fibromialgia, esclerosis, enfermedad de lyme, parkinson, tuberculosis o demencia.

Medicina: la pérdida de memoria es un efecto secundario de algunas medicinas, desde analgésicos y antibióticos hasta quimio. ¿Algunos nombres? Xanax, ativan, lípitor, mevacor, diamox, trileptal, pamelor, vivactil.

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