Cómo cuidar tu salud mental paso a paso

La gimnasta estadounidense Simone Biles decidió no participar en la final individual de los Juegos Olímpicos de Tokio, con el objetivo de centrarse en su salud mental

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Por Karen Mejía
Psiquiatra especializada en neurobiología de la esquizofrenia

La gimnasta Simone Biles se retira de una prueba olímpica en los Juegos de Tokio 2020 y lanza al mundo un valiente mensaje sobre la importancia de dar un paso atrás y cuidar su salud mental. “Tenemos que proteger nuestra mente y nuestro cuerpo y no limitarnos a hacer lo que el mundo quiere que hagamos”, dijo Biles en la rueda de prensa.

Y justo porque la vida está llena de altibajos, es que siempre tenemos que estar atentos a nuestro estado emocional y salud mental.

Empezaré por definir lo qué es una crisis según la Real Academia de la Lengua Española: “Cambio profundo y de consecuencias importantes en un proceso o una situación, o en la manera en que estos son apreciados”. Y qué mejor ejemplo que la pandemia, que nos trajo profundos cambios en nuestra rutina de vida, incluyendo el trabajo y escuela a distancia, aislamiento social, desempleo y muchas otras pérdidas que a su vez trajeron insomnio, aburrimiento, tristeza, preocupación, angustia y un enorme desacomodo para muchos.

De las crisis podemos tener una certeza: son temporales y repetitivas. Desde el principio de los tiempos nos han acompañado, a veces se tardan en llegar, a veces vienen y se van y a veces duran lo que parece una verdadera eternidad. Entonces, sí, esta crisis llamada pandemia covid-19 se ha llevado tu paciencia, motivación y fe, y te ha traído, al menos, mucha dificultad para concentrarte y dormirte. Siento informarte, querido lector, que esta crisis que estamos experimentando, está socavando tu salud mental.

La salud mental es tan importante como la salud física. A mí me gusta imaginarme la salud mental como si fuera una escalera con muchos escalones. Es decir, como un continuo, de un lado tenemos a las enfermedades como la depresión y la ansiedad y en el otro extremo tenemos estados positivos de salud mental, satisfactorios. De esta forma es más sencillo darse cuenta de todo lo que abarca y de todas las cosas y/o actividades que podemos hacer para mantenernos cercanos al extremo de la salud.

Lo que abarca la salud mental es, en síntesis, lo siguiente:

  • CONCENTRACIÓN Y ATENCIÓN
  •  MEMORIA
  • RAZONAMIENTO
  • CAPACIDAD DE RESOLVER PROBLEMAS
  • SUEÑO
  • CREATIVIDAD
  • MOTIVACIÓN
  • PREOCUPACIÓN
  • ÁNIMO
  • TOMA DE DECISIONES
  • ORGANIZACIÓN
  • PLANEACIÓN
  • EJECUCIÓN DE TAREAS
  • LENGUAJE
  • PENSAMIENTOEntonces, si nos encontramos cercanos al extremo de la salud, es más sencillo alcanzar nuestro máximo potencial, vivir vidas más satisfactorias, tenemos más formas de hacer frente a los estresores del día a día, trabajamos de forma más productiva, somos capaces de contribuir con la comunidad y somos capaces de lidiar con los momentos difíciles o LAS CRISIS.
     Cómo la cuido
    Volviendo al punto, la salud mental es como la física, para cuidarla se requieren cuidados y acciones constantes para no llegar a un punto crítico y buscar ayuda profesional hasta que la cosa ya haya escalado. Recomiendo lo siguiente:
  1. Entender que el malestar emocional que acompaña a las crisis es TEMPORAL. Ante una crisis se pueden presentar sensaciones de malestar y altibajos emocionales. Esto no es malo, de hecho son respuestas adaptativas. Esta tristeza y preocupación que algunos experimentamos tiene una función, por ejemplo, la tristeza nos ayuda a bajar el ritmo y pensar más detenidamente nuestras siguientes acciones, el miedo es para sobrevivir. Hay que escuchar a estos malestares para usarlos como se debe y después soltarlos.
  2. Aceptar que la incertidumbre forma parte del mundo e incluso de nosotros mismos. Como se habló en la moi de septiembre de 2020, el control es una fantasía y el darnos cuenta que gran parte de nuestra realidad está fuera de nuestras manos, ayuda muchísimo a tomar la vida como venga. Sí es difícil soltar, pero la práctica hace al maestro, no olviden mantener la calma y respirar, una cosa a la vez, un paso a la vez.
  3. Auto-observar. Contéstate estas preguntas para checar cómo andas (y no solo cuando te sientas mal, ¿eh?): ¿Qué siento, cómo está mi cuerpo, puedo dormir, estoy tenso, tengo malestares nuevos?, ¿Cómo me siento emocionalmente en este momento?, ¿Qué pensamientos tengo en este momento? ¿Son negativos o positivos, tengo culpas, muchos pendientes?, ¿Qué conductas diferentes estoy teniendo? Estoy sin hacer nada, paso casi todo el día desinfectando mi casa para no tener COVID-19
  4. Evalúa tu auto-observación, ¿las respuestas fueron negativas o positivas? ¿Hay algo que pueda o deba hacer?
  5. Corregir con decisiones adecuadas para lograr el cambio de estado emocional a positivo y relajante. Por ejemplo: si te sientes cansado, te atrasas en los pendientes del trabajo y te regañó el jefe, para sentirte mejor haz alguna actividad relajante como jugar un juego de mesa con la familia o tomar un baño con velas aromáticas. Esto puede resultar positivo y con ese pequeño cambio nos sentiremos mejor, aquí sirve la creatividad y experimentar. A todo esto se le llama afrontamiento.
  6. Controlar lo que sí podemos también ayuda mucho a mantenernos sanos, tanto mental como físicamente, y eso incluye lo que comemos, mantener a toda costa una buena higiene del sueño, (despertar a la misma hora todos los días y no usar pantallas antes de dormir ayuda mucho) y por lo que más quieran, HACER EJERCICIO.

¿Necesito ayuda?

Es difícil, sin evaluarte, saber si necesitas la ayuda de profesionales de la salud mental pero estas son algunas señales de alerta. Y si crees que te podría ayudar, no te esperes y pide ayuda ya.

› El malestar emocional dura más de dos semanas

› Insomnio o el sueño no es reparador, a pesar de una buena higiene del sueño

› No te puedes concentrar ni mantener con iniciativa, esto afecta tu trabajo y relaciones interpersonales

› Sientes una inestabilidad que no logras controlar

› Picos muy altos de buen humor o euforia y muy bajos de tristeza y llanto

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