5 cosas que deberías de saber de los tampones

Estas son las 5 cosas que no sabías y deberías saber de los tampones. ¡Toma nota!

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Desde hace unos años para acá, el uso de tampones ha despertado más debates que nunca. Desde que la copa menstrual se ha vuelto más popular y tiene mayor visibilidad, escuchamos constantemente sus beneficios fisiológicos y para el medio ambiente, a diferencia de la utilización de tampones hace que tu regla sea más sostenible; y poco a poco, los tampones pasan a un segundo plano. Sin embargo, hay muchas mujeres que siguen usando los tampones, pero todas tenemos algunas dudas, que nos gustaría resolver:

  1. El tiempo máximo que puedes tener un tampón depende de la cantidad de menstruación que tengas. Una mujer con un sangrado de normal a abundante deberá cambiar el tampón cada cuatro o seis horas. Si el flujo es mayor, necesitarás cambiarte antes. Si lo haces con mucha más frecuencia pude doler, ya que dejas la vagina seca. Y sí puedes dormir con un tampón siempre y cuando te lo pongas poco antes irte a la cama y te lo quites al despertar. Si crees que vas a dormir más de ocho horas, mejor usa otra alternativa.
  2. No se puede usar con el flujo previo a la menstruación. Nunca lo uses antes ya que puedes conseguir una infección y, además, no funcionará como debería. Los tampones necesitan humedad para expandirse y ajustarse correctamente en la vagina.
  3. No puede perderse dentro. No sucede tan a menudo como se podría creer, pero puedes olvidarte de que lo llevas dentro. Sobre todo, en el caso de las mujeres que tienen un sangrado abundante. Así que pregúntate dos veces si lo quitaste o no.
  4. El uso de tampones representa menos de la mitad de las causas de síndrome de shock tóxico. Infecciones en la piel, cirugías y quemaduras también pueden originarlo. Pero, ten cuidado. Si mientras estás usando tampones experimentas síntomas parecidos a los de la gripe y/o mal olor en tu zona íntima, es mejor ir al doctor.
  5. Algunos son más difíciles de quitar que otros, sobre todo los primeros y los últimos. Esto se debe a que la vagina no está suficientemente lubricada. En estos casos, elige un tampón con menor absorción (uno normal en vez de super, por ejemplo) y no lo cambies con tanta frecuencia. Así, tu vagina estará más húmeda y será más fácil sacarlo.

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