Lo que nadie te dice de tener una mamá famosa: Angélica Vale

Angélica Vale hizo su debut en televisión al lado de su mamá a los dos meses de nacida y ahí se marcó su futuro. Nos platicó todo lo que implica ser hija de una de las mujeres más famosas de México

El amor del público también se hereda…
De repente encuentro señoras que me saludan como si fueran mis tías, chavas que me saludan ¡como si nos conociéramos de toda la vida! Y no hay cosa que me guste más que tener esa familiaridad con el público. Es algo que me heredó mi mamá que atesoraré toda mi vida, ha sido hermoso desde que me acuerdo.

Celooooooooosssdije…
Siempre acompañaba a mi mamá al teatro y a sus conciertos y cuando tenía unos cuatro años me di cuenta de que de verdad era muy famosa. Un aniña se subió al escenario, le dio un beso y le dijo “te quiero mucho”. Mi mamá le dijo “yo también”. A mí me entró un celo, y dije: “pero cómo que la quieres mucho, ¿yo qué?. Me dijo: “a ver, mi amor, es una niña que no me conoce, que no vive conmigo como tú que eres mi hija; sin embargo , me quiere por lo que hago arriba del escenario. Eso es un regalo de Dios y de la vida que tienes que valorar, imagínate que te quieran sin conocerte realmente”. Y ahí pensé “pues sí, tiene toda la razón” Ahí empecé a darme cuenta de que mi mamá no solamente era famosa, sino querida, que no es tan fácil.

Entendí tarde aunque nunca reclamé…
Mi mamá de pronto se iba de gira y me dejaba con mi abuela. A ver, yo amo a mi abuela, fue mi máximo en la vida pero pues mi mamá no estaba. Ahora que tengo hijos, ya me han reclamado irme así, cuando hice una telenovela. Por eso ahorita no estoy haciendo proyectos que me requieran mucho tiempo fuera de casa. ¡No quiero que me vuelvan a reclamar! Yo nunca le reclamé a mi mamá, pero ellos a mí sí. Es por eso que me he alejado de las telenovelas, pero también gracias a eso me han llegado proyectos como Bake Off México.

La fama va y viene…
Lo aprendí desde muy chiquita, cuando hice un programa que se llamaba Estrellas de los 90s y de pronto me volví monedita de oro. Entonces me hablaban de todas las disqueras para invitarme a las presentaciones y entrevistar a los artistas, pero porque estaba saliendo en la tele. Cuando se acabó el show, se fueron las invitaciones y dije “ah, caray, ya entendí”. Cuando estás en la tele, estás de moda, te invitan a todos lados y cuando no, pues no. De muy chavita aprendí que en eso de la fama estás y no estás, pero eso no te tiene que cambiar la persona que eres y el ser humano que eres, que al final es lo importante.

Fui un mix perfecto…
Entre mi abuela y mi mamá. Tuve una abuela maravillosa que me dio mucho amor, que me cuidó mucho. Gracias a ella crecí en un ambiente artístico sin problemas, sin rollos, había sido yo y fue por el gran amor y cuidado que me dio mi abuela, que siempre estuvo ahí conmigo, que alargó mi niñez. Y al final del día, mi abuela crio a mi mamá, entonces somos lo mismo y salimos bien.

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