¿Por qué dicen que las suegras son las malas del cuento?

Hoy es el Día Mundial de la Suegra, una figura que en el teatro, la literatura, el cine y la televisión ha sido siempre la experta en los chismes del vecindario y la bruja del oeste.

Sabemos que en este mundo hay de todo, las suegras del terror, las que no se meten para nada, las entrometidas, las que son DIVINAS y… que se ponga el saco a quien le quede. Perooo, ¿por qué generalizar? ¿De dónde vienen la creencia de que las suegras son las malas del cuento?

El mito de la suegra malvada tiene profundas raíces sexistas. Si hacemos un repaso de la cultura del entretenimiento en la que hemos crecido, podemos darnos cuenta de que normalmente la suegra es la mala del cuento, mientras que en la mayoría de los casos el suegro es el comprensivo, el despreocupado, incluso a veces el mediador y el que restaura la paz familiar. Además, muchas veces la suegra “peligrosa” es la mamá del hombre y no la de la mujer de la relación.

Los datos no mienten, y lo puedes comprobar cuando quieras; busca en Google la palabra “suegro” y “suegra”. Vas a poder ver la diferencia entre los dos tipos de referencias que aparecen.

Desde las historias que se contaban en la Roma clásica hasta la televisión contemporánea; la suegra es la manipuladora, la piedra en el zapato de la nuera y la ladrona de la autoridad patriarcal de su hijo. Hoy la cultura pop refleja esos prejuicios.

En La madre del novio (2005) y La madre de él (2008), dos mamás sobreprotectoras hacen hasta lo imposible para sabotear la relación de sus hijos con sus nueras porque  las consideran insuficientes. NO hay mejor escena para probar el origen patriarcal del mito que en la que aparecen dos mujeres jalándose de los pelos por ganarse el cariño del hombre.

Series como Friends (Judy Geller), Sex and The City (Bunny MacDougal) y Game of Thrones (Cersei Lannister) también representan este papel.

¿Será que nunca vemos la otra cara de la moneda porque no sería taaan entretenida?  La próxima vez que conozcas a tu suegra, solo acuérdate de que no tiene que por qué ser la propia Úrsula reencarnada.

Escrito por: Maria Milo

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