¡Enojar engorda! Conoce los efectos negativos que tiene en tu cuerpo

¿Qué tanto te enojas? Si la respuesta es mucho, podrías estar dañando tu salud y no saberlo.

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Piensa en la última vez que te sentiste realmente enojado… lo más seguro es que no dormiste bien y hasta te dolió la cabeza. La cosa es que enojarse tiene respuestas físicas que nos afectan, desde nuestro sistema muscular, las hormonas y hasta los nervios. Tooodos nos enojamos, es normal, es un método de defensa natural, pero cuando lo haces demasiado o te dura mucho tiempo, empiezan aparecer efectos negativos en tu cuerpo. 

Cuando nos enojamos, el cerebro evalúa si la situación es una amenaza para nuestra salud. Esa información se envía al hipotálamo, (el responsable de mantener el cuerpo en un estado estable y equilibrado), y pone en marcha el sistema de lucha o huida. El cuerpo segrega adrenalina y cortisol, digamos que es como si toda la energía de tu cuerpo se fuera a la situación “de peligro” y dejarás a las demás actividades trabajando solo con el mínimo. Esto hace que todo en tu cuerpo funcione de forma más lenta, por ejemplo, tu digestión.

Conoce los efectos negativos de enojarte

Siempre hay situaciones en la vida que nos hacen sentir enojados, lo que ya es no es sano es que no te liberes de ese sentimiento o que lo hagas todooo el tiempo. El cuerpo no está diseñado para vivir así durante largos períodos y podría llevarte a tener problemas de salud a largo plazo. Para que la pienses dos veces, estos son algunos de los efectos negativos de enojarte en tu cuerpo: 

  1. Inflamación: El estrés crónico, así como las emociones negativas, están relacionadas con niveles altos de inflamación y respuestas disfuncionales del sistema inmune.
  2. Problemas de corazón: Puede causar enfermedades cardiovasculares, ataques cardíacos, derrames cerebrales y diabetes tipo 2. El enojo puede aumentar la presión arterial y la frecuencia cardíaca, lo que aumenta el riesgo de hipertensión crónica.
  3. Función pulmonar reducida: La respiración rápida y superficial es uno de los primeros efectos físicos que provoca la ira en muchas personas, el cuerpo trata de darle más oxígeno a las áreas que percibe cómo esenciales, como el cerebro y los músculos. Las emociones negativas pueden estimular la inflamación en todo el cuerpo, incluidos los pulmones.
  4. Dolor crónico: Cuando te enojas seguramente sientes un calor recorriendo todo tu cuerpo, ¡eso genera tensión muscular! Cuando esto sucede constantemente, se desarrollan dolores crónicos en espalda, hombros, cuello y otras zonas del cuerpo.
  5. Problemas digestivos: El sistema digestivo y el cerebro son una carretera de doble sentido; cuando el sistema de lucha o huida se activa con frecuencia, el cerebro puede influir en las contracciones involucradas en la digestión, provocando náuseas, estreñimiento, diarrea y dolor de estómago.
  6. Brotes en la piel: Al igual que el intestino, la piel también puede reaccionar al estrés emocional. Muchas condiciones de la piel están relacionadas con la liberación inapropiada de químicos inflamatorios, los cuales pueden desarrollar brotes como psoriasis, acné hormonal o rosácea.

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