La realidad es que empezar nuevos hábitos y hacer algunos cambios es mucho más fácil de lo que crees y puede mejorar mucho tu salud. Todo está en decidirte y ser consciente para que los resultados se noten. Puedes empezar por estos tips:

 

Hidrátate

Olvídate de las bebidas azucaradas, jugos y refrescos, mejor sustituye por agua natural o, si de plano no puedes con la falta de sabor, por té. Con ese simple cambio te ahorras muchísimas calorías innecesarias y ayudas a que tu cuerpo se sienta diferente, tu piel se vea más hidratada, te sientes más despierto y te deshaces de toxinas.

Balancea
Si crees que matarte de hambre es la opción, estás en un grave error. Es importante que tengas una dieta balanceada y comas de todo, hasta lo que piensas que está prohibido, ¡ojo! esto no significa que te atasques. Busca ingredientes que puedas sustituir por opciones más saludables, como alimentos bajos en grasas y sodio.

No te mates de hambre

Para evitar que el hambre de mediodía te orille a comer unas papas de la tienda de la esquina, evita pasar más de 4 horas sin consumir alimentos. Lleva snacks sanos y trata de comerlos entre 3 y 4 horas después de tu última comida fuerte. Pueden ser alimentos saludables ricos en proteína que ayuden al desarrollo y mantenimiento de órganos y músculos.

Busca alternativas

Existen muchos productos que tienen el mismo sabor que sus versiones originales, pero con menos grasas y sodio, como la nueva línea Fud Cuida-t+, que tiene salchichas, jamón, chorizo y quesos que además aportan proteína sin sacrificar el sabor.