Los efectos del amor en el cerebro

¿Por qué te sientes "como si estuvieras en las nubes" cuando te escribe tu crush?

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Desde pequeños nos enseñaron con princesas y sapos la idea de estar enamorados, en películas y hasta comerciales, pero conforme fuimos creciendo comenzamos nuestra búsqueda por encontrar ese amor perfecto, “nuestra media naranja”. En el camino puede que nos hayamos enamorado perdidamente de algún “sapo” que rompió nuestro corazón o de la persona que parecía perfecta pero el momento no era adecuado. Cada vez que empezamos a sentir las incontrolables mariposas en el estómago al ver a ese “alguien” empieza una montaña rusa de emociones. Si bien no vamos a hablar sobre las etapas de enamoramiento (o desenamoramiento) en las relaciones, hay efectos únicos que suceden en nuestro cerebro cuando se trata de amor…

Imagina el momento en el que conociste a una persona que te gustó, seguro podías platicar horas seguidas sin sentir que el tiempo pasaba. Sentiste euforia (por el subidón de dopamina), te sonrojaste (por la adrenalina). Y probablemente se acercaron un poco más y hasta empezaron a imitarse debido a la activación de las neuronas espejo. Esta red de células cerebrales se activa cuando te mueves o sientes algo, y cuando ves a otra persona moverse. Cuando tienes una fuerte conexión con alguien, el sistema de neuronas espejo se estimula.

Cuando estamos enamorados de alguien, lo primero que notamos es lo bien que nos sentimos, porque el cerebro libera unos neurotransmisores que mejoran nuestro estado de ánimo. Cuando encontramos el amor, es como si hubiera fuegos artificiales biológicos. Nuestro ritmo cardíaco y los niveles de oxitocina “la hormona del amor” aumentan, lo que nos hace sentir conectados. Los niveles de la hormona y el neurotransmisor “norepinefrina” se disparan y perdemos la noción del tiempo. Y los niveles de adrenalina también aumentan, dilatando los capilares de las mejillas y haciéndonos sonrojar.

Mientras tanto, los niveles de serotonina, una hormona clave para regular el apetito y los pensamientos ansiosos intrusivos, descienden. Por eso, cuando estamos enamorados, puede que comamos de forma irregular o que nos obsesionemos con pequeños detalles, como por enviar “el mensaje perfecto” o “decir las palabras perfectas” y luego estamos releyendo mil veces el mensaje que enviamos.

Una vez que empezamos a sentir una profunda sensación de calma y satisfacción con nuestra pareja, se activan áreas cerebrales que desencadenan emociones básicas y funciones cognitivas más complejas. Lo que produce varios resultados positivos, como la eliminación del dolor, más compasión, mejor memoria y mayor creatividad. El amor romántico se siente como un superpoder que hace mejor a nuestro cerebro.

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