box en el gym

Razones para terminar con tu coach

Convivirás más con él o ella, que con muchos de tus amigos. Si no pones las cartas sobre la mesa desde un principio te vas a topar con problemas más de una vez.

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Si ya es un infierno para ti hacer ejercicio, y además de eso cada vez que termina tu entrenamiento en lugar de sentirte poderoso ¡te sientes anímicamente fatal! ¡Es momento de revisar si tu elección de entrenador es la correcta! Por eso van ocho razones para reconocer si es momento de “darle las gracias” a tu coach.

Parte del proceso para convertirte en un chingón es ¡regarla, aprender y corregir! Así mismo, ser receptivos a la crítica y a las opiniones de los clientes es lo que da las herramientas para convertirte en un mejor profesional. Esta semana, me voy a “ventanear” y voy a darles, con base en mi experiencia como coach, cliente y quejas comunes en gyms y redes, los motivos para terminar con tu entrenador personal (entiéndase preparador físico –fuerza-, o instructor de gimnasio).

  • Los entrenamientos son siempre iguales: Dependiendo de las instalaciones o el material, quizá no pueden ser 100% distintos; además de que debe existir una rutina base, sobre la que hay que llevar un seguimiento y verificar avances. Por ejemplo: por lo menos cada quincena o tres semanas, hay que repetir la rutina base igual (ejercicios, series y reps), comprobando que ya has aumentado el peso que cargas o mejorado la técnica. Pero cada sesión, debe darte un aprendizaje o una variación ya sea en la forma de hacer el ejercicio, los tiempos de descanso, el peso, las repeticiones o el orden.
  • El cliente anterior o compañero de horario –con distinto objetivo- hace la misma rutina que tú. ¡Esto la neta, me “enchila”! Si compartes horario con alguien que quiere bajar de peso y tú quieres subir músculo y la rutina es idéntica ¡Sal corriendo! Si bien, pueden hacer los mismos aparatos o ejercicio; por lo menos las repeticiones y descansos deben variar. Cada rutina debe ser específica para el objetivo, y más cuando estás pagando por un entrenamiento personalizado.
  • ¡Te la vives adolorido! ¡Ojo! Una cosa es que sientas la molestia en los músculos -si quieres diario- y otra es que te duelan las articulaciones (rodillas, hombros, codos) o te la vivas contracturado. Si le comentas a tu entrenador y no te pela, o dice que “así es”, quizá es porque su método es demasiado rudo para tu nivel de fitness y te convendría cambiar.

Importante: Durante la ejecución de ejercicios, podría “doler” el músculo ¡nunca la articulación!

  • Le interesa más su smartphone que tú. Los entrenadores personales estamos en contacto con los clientes por el celular, por lo que quizá una interrupción en la sesión debido a que alguien quiere avisar que va retrasado ¡se vale! Pero si toda la hora está pegado viendo a la pantalla y no a ti… ¡Es un deal breaker!

Para algunos tipos de entrenamiento, es necesario cronometrar los bloques de esfuerzo, por lo que puede estar viendo un cronómetro en el móvil. Pregúntale si es el caso, antes de “cortar” con él.

  • Te la pasas platicando con él más de 20 minutos durante la sesión ¡sin entrenar! La realidad es que una de las maravillas de ser entrenador personal es que creas relaciones de confianza con los clientes y se hacen cuates, pero si en los entrenamientos son solo de 10 minutos y todo es plática… Hay que cortar la relación profesional y ser solo amigos. Eso no quiere decir que no platiquen nada, pero solo en los descansos, si es que el método de entrenamiento lo permite. Por ejemplo, si entrenas alta intensidad, platicar es ¡imposible!
  • ¡Cero cambios! Para ver un resultado existe un tiempo que va de 8 a 12 semanas, si llevas todas las recomendaciones. Por eso mismo, si luego de seguir las instrucciones al pie de la letra no hay mejoras, quizá tu coach no es el indicado para llevarte a tu objetivo, o no te dijo toda la verdad en un inicio: Para cambios estéticos: Bajar grasa, ganar músculo o tonificarte, llevar una dieta y guía de suplementación elaborada por un profesional de nutrición es el 70% .
  • ¿Te sientes mal al terminar los entrenamientos? No tienes que salir como después de haber “cooperado” con el/la mejor del mundo, pero si de cinco sesiones, cuatro te sientes frustrado al final ¡cambia de coach! No es que él sea un mal profesional, pero si no hay simpatía, puede ser un infierno. Y como les digo en conferencias: Puedes tener al mejor entrenador pero si no te cae bien, gusta o inspira ¡cámbialo, tú eres el que paga!
  • Te cancela o cambia el horario con frecuencia. Si esto ocurre una vez cada trimestre ¡ok! Pero si es cada semana o quincena, hay “de 2 sopas”, o cambias los horarios o de entrenador.

Nota: Si tú no vas a los entrenamientos, no haces caso o dejas plantado al coach ¡él también puede “batearte”! No hard feelings….

Así como en las relaciones de pareja, plantea las reglas desde el principio: desde políticas de cancelaciones de sesión, pagos, tiempo aproximado para lograr la meta y comprométanse mutuamente. Ya que seguro, convivirás más con él o ella, que con muchos de tus amigos.

Ya sabes, tú tienes la última palabra y si queremos un país con excelencia hay que ser excelentes y demandarla.

¡Búscame en redes y sigamos platicando! Instagram @keifitmx

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