El silencio se apodera del país

En memoria de los defensores de derechos humanos y periodistas asesinados en México.

Compartir

“A Miroslava la mataron por lengua larga. Que nos maten a todos, si esa es la condena de muerte por reportear este infierno. No al silencio”. Es fue el tuit que publicó Javier Valdez, fundador del semanario Ríodoce, el 25 de marzo pasado después del asesinato de la periodista Miroslava Breach.

Así fue, Javier fue asesinado el 15 de mayo en Culiacán, Sinaloa. Una de las voces más claras sobre el México de hoy. Periodista y escritor con un trabajo muy importante sobre el narco y sus secuelas en la sociedad.

Un día después, el 16 de mayo, varios medios de comunicación decidieron no reportar nada, únicamente datos relativos a la violencia contra periodistas bajo el hashtag #UnDíaSinPeriodismo.

La situación es crítica, en México han sido asesinados, desde el año 2000 y por su labor periodística, 105 profesionales de los medios de comunicación. La gran mayoría de las agresiones que van desde intimidación y golpes hasta el asesinato provienen de agentes del Estado. Esto lo ha documentado de manera muy clara la organización Artículo 19.

Ya es un lugar común el asumir que en México ejercer el periodismo es un riesgo. Según Reporteros sin fronteras, México es el tercer país más peligroso del mundo para el periodismo. Freedom House coloca a México como un país sin libertad de expresión. Esto parece no inmutar a las autoridades que siguen encerradas en su castillo de cristal.

No es casual el fenómeno que se ha dado en los últimos años. Asesinar a defensores de derechos humanos, a aquellos que se resisten a aceptar las condiciones actuales de violencia y a los periodistas que denuncian los excesos del poder, la corrupción y la violencia del crimen organizado es una forma de mantener las condiciones actuales.

Una sociedad sin el contrapeso de la prensa y la defensa de derechos humanos se convierte en una sociedad maniatada, desinformada, desarticulada y desesperanzada. Sin libertad de expresión no hay democracia. Eso es lo que estamos perdiendo, la posibilidad de crear una nación democrática.

A la violencia hay que sumar la censura y autocensura. A veces producida por amenazas del poder, el crimen o intereses económicos. Sin importar su origen, en México cada vez hay más hoyos negros de información, cada vez hay menos medios libres, cada vez son menos plurales. Nos estamos quedando sin narrativas diversas, si es que alguna vez las tuvimos.

En cifras de Artículo 19, tan solo en 2016 se registraron 426 agresiones a la prensa en México. Lo que tampoco sorprende es que la impunidad fue del 99.7%. Es el infierno.

La libertad de expresión en México se encuentra a la baja mientras nunca como ahora tenemos instituciones y leyes para protegerla. ¿A qué se debe? Simulación, el Estado mexicano ha logrado transformar para que todo siga igual.

Esto seguirá mientras la sociedad lo permita, mientras normalicemos el horror.

¿Te gustó esta nota? Califícala

1 Star2 Stars3 Stars4 Stars5 Stars (24 votes, average: 4.83 out of 5)
Loading...

1 COMENTARIO

  1. Jacobo: Me parece muy bueno tu artículo, el periodismo y los derechos humanos son el talón de Aquiles de los gobiernos y de las mafias porque se sienten agredidos en sus prácticas ilegales. Los asesinatos no dejarán de existir hasta que no se derriben las élites del poder. Saludos

Dejar una respuesta