No dejes que tus traumas te traumen

¡Sé cada vez más libre, cada vez más feliz!

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Según el diccionario, un trauma es un choque emocional muy intenso causado por algún acontecimiento negativo; éste se produce en el subconsciente dejando una huella que aunque difícil, es posible superar.

Los traumas son comportamientos en conflicto, pequeñas áreas de nuestra conciencia que se quedan sin expresar; adaptaciones que tuvimos que hacer, sensaciones que no nos permitimos sentir en su momento, pensamientos que estaban prohibidos manifestar. ¿Cómo podemos manejar estos comportamientos en conflicto?

  • Cuando los impulsos de tus traumas se manifiesten en alguna acción o comportamiento que no te guste o te traiga conflicto: detente y observa.
  • Mantén una mente libre de juicios y conclusiones, al hacerlo, estarás calmando el impulso inesperado del trauma y la fuerza con la que aparece. Se trata de conocerte cada día más.
  • Elimina el juicio lo más pronto que puedas, sin represión y sin culpa.
  • Sácalo a la luz. Compártelo con alguien que no te juzgue, el sólo acto de hacerlo disminuirá su fuerza. El callarlo, sólo te hará sentir aislado y dividido en tu interior.
  • Reconoce que somos perfectamente imperfectos, eres el eslabón de una cadena de procesos que empezaron mucho antes que tú.

Entonces, no nos traumemos más juzgando nuestras áreas emocionales o comportamientos aparentemente inadecuados, sucedidos inesperadamente. Mejor reconciliémonos con la naturaleza de nuestra historia disfuncional: no pudo ser de otra manera.

Lejos de comportarnos como jueces de nosotros mismos, sería ideal comprendernos como “contenedores”, es decir, envases de un contenido emocional complejo y transferido por nuestros ancestros.

Una vez comprendido esto, regálate la decisión de entrar en el proceso voluntario de crecer, desatar los comportamientos en conflicto (traumas) y actualizar tus percepciones. Si te percibes víctima, intenta verte como un co-creador y entonces tomarás la responsabilidad de lo que estás viviendo.

No dejes que tus traumas te traumen. Mejor conócelos, retíralos de la victimización y averigua qué desean; cuando llegues a ese punto, se integrarán solos. Te sorprenderás de descubrir en quién te vas a convertir al lograr sacarlos a la luz de tu entendimiento y relacionarte con esos viejos traumas, sin juicio.

¡Sé cada vez más libre, cada vez más feliz!

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