Esto es lo que necesitas saber para que tu cubrebocas no afecte tu piel
¿Tu piel no tolera el cubrebocas? Si tienes piel sensible, con tendencia al acné o simplemente has notado algunos brotes, rojeces o irritación… esto es para ti.
Esta reacción nace por la fricción que hay entre la tela y la piel y por la humedad que se acumula en esa zona, provocando mayor producción de grasa y sudor, dando como resultado un ambiente perfecto para retener bacterias.
¿Quienes tienen más probabilidad de que les afecte? Personas que tienen piel sensible o tienen algún problema como:
• Rosácea
• Acné
• Dermatitis atópica
• Sensibilidad al aire húmedo o seco
• Alergias
Lo mejor que puedes hacer para combatirlo es:
• Usa cubrebocas de materiales que estén mezclados con algodón o poliéster y sean más amigables para tu piel.
• Limpia y humecta tu cara dos veces al día, intenta que sea en la mañana y en la noche. Usa productos libres de sulfatos y alcohol.
• ¡Lava tu cubrebocas! Por lo menos una o dos veces al día para eliminar cualquier rastro de sudor, bacterias o gérmenes. Si usas desechables no lo uses por más de 4 horas.
• Incluye en tu rutina productos con texturas ligeras para que no satures los poros, que estén libres de aceites y fragancias.
• No te maquilles, así permitirás que esta zona respire y evitarás que el maquillaje tape tus poros y dañe tu piel.
• Evita probar productos nuevos para evitar irritaciones. Y si notas que alguno de los productos ya usas te genera irritación, suspéndelo.
¿Te queda bien?
Una parte importante del uso adecuado de la máscara es asegurarse de que se ajuste a tu cara y cubra tanto la nariz como la boca. Para ayudar a evitar las rozaduras, la mascarilla no debe abrirse demasiado. Pero tampoco debe quedar demasiado apretada.
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