Vivir Bonito
Por: Sofía Leviaguirre
Las flores son las verdaderas mensajeras de amor en tu ofrenda. Te contamos cuáles son las flores que no pueden faltar en el altar de muertos.
El Día de Muertos es una de las tradiciones más hermosas de México: un momento para recordar, honrar y extrañar a quienes ya no están. Y aunque las velas, la comida y las fotografías son esenciales, las flores son las verdaderas mensajeras de amor en tu ofrenda. Cada flor transmite un mensaje único y profundo. Hoy, te contamos cuáles son las flores que no pueden faltar en el altar de muertos y cómo elegir las más especiales.
Las flores han sido mensajeras por todo el mundo desde siempre. En la época victoriana, hasta había un lenguaje secreto de las flores, eran la versión de Whatsapp encriptado de la época. En México, las flores no solo cargan significado, también son gestos de amor para los que ya no están, y ponerlas en el altar puede hacer que esta visita de los muertos se sienta mucho más especial.
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No hay altar completo sin cempasúchil. Su color naranja vibrante guía a los espíritus hacia nosotros, y su aroma nos conecta con la memoria de nuestros seres queridos. Pero la tradición también nos da la libertad de acompañarla con otras flores que enriquecen el simbolismo de la ofrenda.
¿Sabías que el único otro lugar donde se usa el cempasúchil es en la India? Lo usan para su festival de las luces, Diwali, para guiar a las sombras.
Originaria de Asia, simboliza el anhelo, la nostalgia y la despedida. Se cree que ayuda a los muertos a ver su vida pasada por última vez, convirtiéndose en una flor muy poderosa para el duelo.
Muy popular en España y Francia, representa amor, longevidad y respeto. Las blancas son las ideales para el duelo, pero también puedes jugar con otros colores: rojo para cariño, violeta para buena suerte, amarillo para amistad y blanco para sinceridad y pureza.
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Elegantes y radiantes, simbolizan amabilidad, compasión y simpatía. Perfectos para expresar el reconocimiento y la conexión con quien partió.
No sólo son amor romántico: las rosas representan respeto, cariño y despedida. Cada color tiene un mensaje distinto:
Su pureza los convierte en un símbolo de inocencia recuperada para el alma de los muertos. Son ideales para transmitir paz y sabiduría, y perfectas para poner en el altar de alguien que murió muy joven.
Su textura suave y delicada las hace perfectas para la ofrenda. Los colores blanco, rojo y violeta representan desde la pureza hasta el duelo, iluminando el camino de quienes han partido.
Combina diferentes alturas, texturas y colores. No tengas miedo de mezclar cempasúchil con lirios, alcatraces y rosas: cada flor aporta un mensaje distinto. Recuerda que el objetivo es crear un espacio donde tus seres queridos se sientan recordados, amados y extrañados.
Cada flor en tu altar habla de respeto, cariño y del deseo de volver a ver a quienes han dejado huella en nuestra vida, porque entre flores nos reciben y entre ellas nos despiden.
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Por: Sofía Leviaguirre