El sufrimiento postdivorcio

Aunque el mundo está lleno de estigmas y en México seguimos siendo machistas, la realidad es que tanto hombres como mujeres sufren la separación, de diferentes formas, pero sufren

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Existen temas circunstanciales y de personalidad que complican de un modo u otra la vida después de un divorcio. Vas a sufrir sí o si, pero los factores que más influyen en el sufrimiento postdivorcio son:

A) Si querías o no separarte
Aquí es obvio, la parte que más sufre es la que no quería. Cuando el otro llega y te dice “ya me voy”, te mueve todo lo que creías. Más si te cae de sorpresa. Lo que pasa no es que el otro no haya sufrido nada, pues seguramente ya llevaba mucho tiempo queriendo separarse y pensando cómo hacerlo. Pero ya pudo procesar la situación.

B) Las circunstancias de la separación
Cuando se da por desgaste de la relación, por abandono emocional o por una decisión necesaria, hay más tiempo para asimilar la ruptura. Pero si la separación fue repentina o viene de una infidelidad, puede ser peor. Siempre va a ser más doloroso si te dejan para irse con alguien más.

C) Las creencias en torno a la separación y al futuro
Te vuelves desconfiado hacia todo el género opuesto o las relaciones de pareja (incluso del amor o la sinceridad de las personas), sientes que no es posible rehacer tu vida, que eres “inquerible” o rechazado y te resignas. Una persona emocionalmente herida, resentida o inestable, va a elegir peor una nueva pareja, se verá más desesperada o acabará por arruinar la nueva relación.

Estas son las áreas en las que te vas a enfrentar con bronquillas. Algunas son con tu familia y amigos, pero también tendrás que lidiar con tus conflictos internos:

1. El estigma social: Posiblemente cada uno se vea forzado a cumplir con las expectativas de género en estos casos porque es mucho más cómodo. Lo que realmente necesitan quienes pasan por algo así es que les pregunten cómo lo están llevando, escuchar, empatizar, ahorrarse el consejo simplista y sugerir que busquen ayuda profesional suele ser la mejor actitud.

2. El problema emocional: “¿quién me va a querer?”, volver a encontrar pareja, sacrificarte por los hijos… La autoestima puede dañarse profundamente tras una ruptura. Y aunque todos sufrimos, la autoestima de las mujeres puede ser más vulnerable a las culpas y al miedo al qué dirán. Ir a terapia puede ayudar a tener una visión más objetiva del presente y el futuro de la persona.

3. El problema práctico (las limitaciones presentes): el trabajo, el dinero, los hijos en custodia y rehacer la vida romántica.

Más que diferencias de género, hay diferencias individuales que influyen a la hora de buscar rehacer la vida romántica. Hombres y mujeres sufren, cada uno lo canaliza diferente, y la pregunta no es realmente qué tan rápido o fácil rehace cada quien su vida, sino qué tan capaz se es para buscar ser feliz a pesar de una separación.

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Tanatólogo y psicoterapeuta. Experto en pérdidas, autor de Los claroscuros del amor y el auténtico rockstar del amor.

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