partners
Fin de año está a la vuelta de la esquina, y tu plan de festejo también. Pero antes de que te ahogues en un vaso con agua, aquí está la “guía moi” para elegir, sin drama, el lugar perfecto.
Todos hemos estado entre la espada y la pared de dónde hacer el festejo de fin de año, que si unos quieren un lugar cerrado, que otros en jardín e infinidad de problemas. Pero para que no tengas que vivir un año más este dolor de cabeza, tenemos el checklist moi para elegir lugar.
Entra al lugar y pregúntate: ¿cómo me hace sentir? Si la respuesta es “cómodo, cálido y con ganas de quedarme”, ese es. La energía del espacio es lo primero que tus invitados van a percibir, y lo que va a marcar el éxito de tu evento.
No te enredes con menús complicados. Fin de año se disfruta con sabores frescos, tacos, ceviches, cosas al carbón… comida que se comparte y que hace que la mesa fluya solita.
Apunta esto: elige lugares donde la sobremesa se da sin esfuerzo. Música que acompaña, no que abruma. Luz bonita. Ambiente rico. De esos en los que pasan horas y ni lo notas.
Si un spot sirve para un plan especial como la reunión de fin de año, un plan tranqui o after office, ya ganaste. Y aquí nuestro check total: Asadito de Mar.
Este spot además de good vibes, tienen mariscos al carbón, ceviches, tacos, drinks y un ambiente espectacular. La receta perfecta para cerrar el año. Está en el sur de la CDMX, específicamente en San Jerónimo no. 263, colonia Tizapán San Ángel, Álvaro Obregón. Otra cosa, no digas que te lo mencionamos, pero Asadito de Mar abrirá otra sucursal en Satélite. Así que cuando vayas, déjate consentir, y de paso checa sus redes sociales, los encuentras en @asaditodemar.
Porque no hay nada que arruine más rápido un plan que sentirte correteado. Un servicio amable, que te explique el menú y te deje disfrutar tu sobremesa, hace TODA la diferencia. Y sí, en Asadito de Mar también tienen un servicio espectacular.
Al final, un cierre de año inolvidable no depende del mantel perfecto, sino de la compañía y del lugar que hace que todos se sientan cómodos desde que cruzan la puerta. Cuando un espacio tiene buena vibra, buena comida y buena sobremesa… es magia. Y ese es tu lugar, no solo para cerrar el año, sino para cualquier momento que quieras recordar.
Michelle Zanella