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Por: Sofía Leviaguirre
Si este año quieres acompañarte con historias que te abracen, aquí te dejamos las mejores películas de Navidad para no sentirte triste.
La Navidad puede ser mágica, pero también puede remover muchísimas emociones. Si este año quieres acompañarte con historias que te abracen, inspiren y devuelvan un poco de luz, aquí te dejamos las mejores películas de Navidad para no sentirte triste.
Love Actually es una de las mejores películas navideñas para sentirte acompañado. Sus múltiples historias muestran que el amor existe en formas imperfectas, reales y conmovedoras. Ideal para esos días en los que necesitas recuperar la fe en la humanidad y sus relaciones.
Esta joya animada de Netflix es más que una película navideña: es una historia sobre segundas oportunidades y el impacto de un solo acto de bondad. Visualmente, es espectacular. Emocionalmente, es el apapacho que necesitas. Esta peli es un must si quieres levantarte el ánimo sin caer en clichés.
Si la tristeza viene por desamor, agotamiento o burnout emocional, The Holiday es tu medicina de temporada. Con dos historias paralelas sobre empezar de nuevo, es perfecta para sentir que un giro positivo puede estar a la vuelta de la esquina.
A veces, la tristeza necesita risas, y Elf lo logra sin esfuerzo. Will Ferrell interpreta a Buddy, un elfo demasiado humano y demasiado ingenuo, que te recuerda que siempre podemos elegir la alegría. Es un gran remedio para el desánimo, ideal para verla con chocolate caliente y en familia.
Si la vibra que necesitas es ligera, colorida y reconfortante, las animaciones navideñas son perfectas. Arthur Christmas ilumina cualquier tarde gris con humor, ternura y un mensaje que te levanta el ánimo: todos tenemos un lugar en el mundo.
A veces ver a otros lidiar con el estrés navideño es liberador. Esta comedia familiar es ligera, entretenida y perfecta si buscas algo que te quite presión de encima. Te recuerda que la Navidad no necesita ser perfecta para ser especial.
No todas las Navidades se sienten iguales, y está bien. Lo importante es darte permiso para sentir, abrazarte y sanar. Un sillón cómodo, una manta, un chocolate caliente y una buena película pueden ser una forma de acompañarte.
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Por: Sofía Leviaguirre