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Por: Sofía Leviaguirre
Conoce la historia de la esmeralda la piedra de protección de mayo y su conexión con la energía y la buena vibra.
Mayo es ese mes en el que todo empieza a florecer: la naturaleza, los planes, las emociones… y también la energía. Por eso es cero sorpresa que la joya de mayo sea la esmeralda, una piedra que lo tiene todo: belleza, historia, buena vibra y un toque de misterio. ¡Úsala como símbolo de protección!
Si te gusta el mundo de los cristales, o simplemente quieres un amuleto bonito y con significado, sigue leyendo porque la esmeralda puede ser tu nueva mejor amiga.
Desde las antiguas culturas, la esmeralda ha sido símbolo de poder y protección. Los egipcios, con Cleopatra a la cabeza, la adoraban como piedra sagrada. Para los incas, era una joya divina. Incluso en la Edad Media se creía que quien usaba una esmeralda podía predecir el futuro. Más allá de su belleza, la esmeralda es una piedra cargada de energía, y no es casual que esté asociada al mes de mayo, un mes de renovación, fertilidad y crecimiento.
La esmeralda es considerada la piedra del corazón y el alma. Tiene muchísimas propiedades, pero las más importantes son:
Abre el chakra del corazón, promoviendo relaciones armoniosas y amor propio. Es ideal para quienes desean sanar viejas heridas emocionales, así que si aún no superas ese amor de hace mil años, ponerte un collar de esmeralda puede ayudarte a cerrar ese ciclo.
Favorece el pensamiento claro y la toma de decisiones equilibradas. Es excelente para épocas de cambio o incertidumbre, y si quieres comunicarte mejor, asegúrate de usar un anillo con esta piedra en el dedo medio.
Como reflejo de la primavera, impulsa el crecimiento personal y espiritual. Usarla en aretes puede ayudarte a escuchar con claridad los mensajes del Universo.
También se cree que repele energías negativas y favorece la serenidad interior. O sea que un arbolito color esmeralda debe de estar sí o sí en la entrada de tu casa.
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1. En joyería:
Llevar una esmeralda como anillo, colgante o pulsera permite que su energía actúe directamente sobre tu cuerpo. Es especialmente poderosa cuando se usa cerca del chakra del corazón, como en collares o broches.
2. En meditación:
Sostener una esmeralda durante la meditación puede ayudarte a conectar contigo y facilitar la apertura del corazón. Colócala sobre el pecho o sostenla en tus manos mientras visualizas luz verde envolviéndote.
3. En espacios sagrados:
Ubica una esmeralda en tu altar, escritorio o rincón de meditación. Su presencia atrae la armonía en el entorno y estimula la creatividad.
4. Como talismán:
Llévala contigo como piedra protectora. Puedes envolverla en una bolsita de tela verde y guardarla en tu bolsa, coche o debajo de la almohada para tener sueños lúcidos y descanso reparador.
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Por: Sofía Leviaguirre