Vivir Bonito
Por: Redacción Moi
Si todavía no conoces Tulum, te decimos todo lo que te estás perdiendo.
Por Aranzazú Rosales
Si creías que ya conoces Tulum porque visitaste la zona arqueológica de este nombre, ¡error! Este destino tiene más atractivos irreales si quieres viajar en pareja o en familia.
Se encuentran en la reserva ecológica de Sian Ka’an y garantizamos disfrute porque el paisaje es lindísimo: manglares y aguas que van de transparente a tonos verdes. Una lancha te llevará a una zona de canales, donde lo único que tienes que hacer es meterte al agua y relajarte con tu chaleco salvavidas, mientras la ligera corriente te ayuda a recorrerlos. Si vas con niños, no sabes lo rico que la pasarán en el agua, sin ningún peligro.
Zona arqueológica de Muyil
También está en la reserva ecológica de Sian Ka’an y será cómodo recórrela porque es pequeña, así que no terminarás muerto de cansancio, insolado ni con mil piquetes de moscos. Tip: no se te olvide llevarte protector solar y repelente de insectos biodegradables.
Casa cenote
Si lo que buscas es actividad un poquito más intensa, lánzate al Casa cenote, una maravilla donde se juntan el mar y un cenote. En el mar podrás snorkelear y hasta nadar sobre el lugar adonde llega el agua del cenote. El cenote lo disfrutarás muchísimo porque está abierto, entonces las sorprendentes tonalidades del agua quedarán a la vista y los peces los verás de cerquita. Si eres aventurero, puedes nadar algunos tramos por debajo de los manglares.
Hay más, en el cenote también puedes snorkelear o darle al paddle board. Lo mejor es que no necesitas ser experto, al paddle board le aprendes después de un rato de chocar con los mangles y morirte de risa y cuando snorkeleas te acompaña un instructor.
El asadero y Chamico’s
¿Qué sería un viaje sin comer deli? Tulum ofrece las mejores opciones para todos los gustos: que el marisco, que el corte, que el pollo… La primera recomendación es darse una vuelta por el restaurante El asadero, en el centro de Tulum, un lugar muy frecuentado por los locales. El atún sellado que preparan acá es una delicia, pero igual te preparan unas fajitas vegetarianas, una arrachera o un queso fundido.
Otro de los secretos mejor guardados por los lugareños es el ceviche de Chamico’s, en la Bahía de Solimán (en coche llegas en 20 minutos desde Tulum). No solo comerás como los dioses en este restaurante, sino que te puedes tirar en las hamacas que hay (así que no te preocupes si te ataca el mal del puerco) o meterte un ratito al mar, porque está al pie de la playa.
Batey
En la noche te sugerimos darte una vuelta por el famoso Batey, el lugar ideal para tomar mojitos y guarapos (bebida de caña) y escuchar jazz en vivo en el centro del pueblo. Se trata de un bar acogedor, pero con un toque playero sin pretensiones. Desde afuera te llamará la atención porque un vochito adaptado con una máquina de madera para exprimir las cañas te dará la bienvenida, y sí con ese jugo te prepararán tu bebida.
Si lo único que te falta para lanzarte a Tulum es el hospedaje, Airbnb es una gran opción, podrás escoger entre 2,500 casas de todos los presupuestos y con las comodidades que quieras, desde aquellas sencillas para que lo más importantes sea estar en contacto con la naturaleza hasta unas con jardín y alberca, por si viajas con niños.
Por: Redacción Moi