Lo que nadie te dice de ser actriz sin querer

Ana Layevska llegó a México sin hablar español y sin darse cuenta ya estaba actuando en las telenovelas ¡Checa todo lo que nos contó!

A diferencia de muchas actrices, a Ana Layevzka ni le preguntaron si su sueño era actuar, más bien cayó por ahí. Por suerte las televisiones de México la recibieron con los brazos abiertos hace 22 años y desde entonces no ha parado. 

Cashi sin querer

Empecé mi carrera tan joven por circunstancias de la vida, yo nuuuunca quise ser actriz en realidad, pero literal la vida me empujó, me puso en el lugar para comenzar, trabajar, estudiar y empecé a hacerlo sin pensarlo mucho. La verdad es que me encantó y aquí estoy 22 años después. Pero no, nunca fue mi sueño, yo no era de esas niñas que soñada por eso, ni por aquí me pasaba, no tomé clases de chiquita ni nada. 

No todo es jijijí

Pasé mi prepa en soledad absoluta, de hecho, de la única cosa que me arrepiento es de haber terminado la prepa abierta. Honestamente me hubiera gustado haber vivido esa etapa como los demás chavos de mi edad y disfrutarla mucho más. Por otro lado soy fiel creyente de que las cosas son como tienen que ser y el haberlo vivido como lo viví me hizo quien soy, quizá si no hubiera sido así, igual me habría ido por otro camino completamente distinto. 

Pequeño adulto 

No sé si haya sido bueno o malo, pero quienes empezamos a trabajar jóvenes por default maduramos muy rápido y a veces nos toca pasar de ser niños a ser adultos brincándote esa transición. Lo veo en retrospectiva y sí creo que empecé a vivir mi vida adulta muy rápido. Tuve que decidir por mí desde chiquita, siempre con mucha conciencia porque sí, la verdad que toca madurar mucho más rápido y te pierdes de una etapa natural. Y aunque me volví muy independiente y me gusta trabajar, siempre tuve responsabilidades muy adultas. 

Corrí con suerte 

Aunque yo no escogí dedicarme a esto, me gusta pensar que esta profesión sí me escogió a mí. Para dedicarte a algo en la vida tiene que haber una combinación de capacidad, gusto y talento y afortunadamente son cosas que sí coincidieron y se me dieron. Amo ser actriz, soy muy feliz de poder dedicarme a lo que me gusta y creo que ahí está la diferencia de quien disfruta lo que hace y quien no. 

En el lugar preciso

Cuando me pongo a pensarlo, también creo que influyó el hecho de que la vida me trajo a México. No sé si en otro lugar hubiera terminado siendo actriz. Llevo 30 años aquí, llegué a los 9 y me encontré con este paraíso en el que hay frutas tropicales, gente súper amable, absolutamente nada que ver con la Unión Soviética. Llegué sin hablar ni una palabra de español y me adapté enseguida, porque creo que México es un gran país para recibir a gente que viene de afuera. 

Le hago de todo

Mi fuerte es el drama y las novelas, pero ahora con Guerra de vecinos, que es una comedia, comedia pura, comedia de contrastes, no solo me divertí como loca, sino que me di cuenta de que me fascinó hacerla, porque pocas veces la vida te da la oportunidad hacer reír a alguien y más ahora que lo necesitamos tanto. En verdad lo disfruté muchísimo. 

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