dificultades en el trabajo

Lo más difícil de emprender

Como emprendedor de enfrentas a muchas cosas, unas que no te van a gustar y otras que te harán querer seguir siendo Godínez, no te rindas.

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Ser emprendedor involucra, en cierta forma, un salto al vacío, pasar de una situación de relativa estabilidad y seguridad, a una mucho más impredecible. Para mi, lo más difícil fue:

Incertidumbre económica. Pasar de tener un salario seguro, quizá con bonos y comisiones, a no saber cuándo el negocio generará el flujo excedente suficiente para tener el mismo ingreso económico que tenía como empleado. Incluso, si el negocio ya llegó al volumen de ventas y rentabilidad requerida para pagar un salario decente y dividendos atractivos, hay incertidumbre sobre si en el futuro podrá seguir generando esas ventas y utilidades.
Mantener un buen balance vida-trabajo. No conozco ningún emprendedor que antes de tener su empresa era un empleado que trabajaba estrictamente de nueve a cinco, pero tener un negocio propio, con responsabilidades para con tus empleados, tus inversionistas (si los hay) y tus clientes requiere un compromiso de tiempo aun mayor. Sin embargo, es importante mantener un balance vida-trabajo saludable, de lo contrario tu salud y relaciones familiares y sociales sufrirían un deterioro.
Llegar a un acuerdo con mi esposa sobre cuánto tiempo darle al negocio para dar resultados. Es raro el negocio que de resultados inmediatos, y todo nuevo negocio requiere una inversión de dinero y tiempo. Es importante acordar con tu pareja cuánto tiempo darle al negocio para crecer, lo cuál implica cuánto tiempo apretarse el cinturón y pasar menos tiempo juntos. Cuando inicié mis primeros dos negocios era soltero, por lo que esta decisión era mía exclusivamente, pero para mi tercer, y actual, negocio ya estaba casado, por lo que la decisión tuvo que ser mutua. Sin el apoyo económico y emocional de tu pareja las probabilidades de éxito disminuyen mucho.

Entender el verdadero significado de la frase “the buck stops here”. Ser empleado de una empresa, sobre todo si es una empresa global, implica que siempre hay alguien más arriba a quién acudir para pedir consejo, o que valida las decisiones que tomas. Pero como emprendedor, especialmente si no tienes socios o si eres el director general o CEO, no hay a quien acudir, la decisión final es tuya, así como la responsabilidad sobre el éxito o fracaso de esa decisión. Si algo me quita el sueño en la noche es el peso de la responsabilidad de tomar esas decisiones.

Saber cuánto tiempo dedicar a cada cosa. En un “start up” nunca hay suficiente tiempo ni suficientes recursos para todo, te toca ser desde el mensajero hasta quien hace la planeación estratégica, pasado por ser tú ser el departamento de ventas y el departamento administrativo; firmar los cheques, contratar a los primeros empleados y diseñar el web site. Es muy fácil descuidar ciertas tareas porque no te gustan o porque te sientes más cómodo haciendo otras, pero es importante no descuidar nada de lo esencial: proyectar el flujo de efectivo para asegurarte que puedes pagar la nómina, pagar impuestos, salir a vender pero también verificar que el cliente quede satisfecho con los productos y servicios que le entregaste, etc.

Perder los privilegios de un puesto ejecutivo. Desde quedarse en hoteles cinco estrellas hasta viajar en business class si el viaje dura más de “x” horas, como empleado de una empresa global uno tiene muchos beneficios que desaparecen por completo como emprendedor, sobre todo al principio, en lugar de buscar el vuelo más cómodo, se busca el más barato, aunque sea volar en la madrugada; lo mismo aplica para comidas y cenas, y ya ni hablar de todas las prestaciones, desde seguro de gastos médicos hasta fondo de ahorro y vacaciones, tardarás un tiempo en tener todo ello de nuevo.

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Equipo moi.

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