Sustos, aplausos y reclamos a la iniciativa de EPN por los gays

Checa lo que paso y qué fue lo que se firmó esta semana en favor a la comunidad LGBTI.

Sí, yo fui uno de los cientos de miles de mexicanos que no votó por Peña Nieto, pero con todo y todo, no iba a desaprovechar la invitación se me hizo por parte del CONAPRED para asistir a una reunión con el presidente de México, con motivo del Día Nacional Contra la Homofobia.

Y bueno, ya todos sabemos lo que pasó en esa reunión. Sorprendiendo a propios y extraños, Peña Nieto anunció cuatro propuestas para el reconocimiento de los derechos de las personas LGBT. Pero sin duda, lo que a muchos nos dejó anonadados, perplejos y patidifusos (a unos de la emoción y a otros del coraje), fue la firma de un par de iniciativas que buscan modificar la Constitución y el Código Civil Nacional, para que los matrimonios igualitarios sean reconocidos en todo el país. La noticia le dio la vuelta al mundo.

Y sí, se trata de un hecho histórico en nuestro país, porque de los 66 presidentes que ha tenido México, este es el primero en mostrar apoyo a las y los ciudadanos LGBTI. Bueno, pa’ pronto. Es el primero en pronunciar así de seguidito los términos LESBIANA, GAY, BISEXUAL, TRANSEXUAL e INTERSEXUAL; y en reconocer que la homofobia es un problema social que se tiene que combatir. Hasta el pasado martes, los únicos políticos de alto nivel que lo habían hecho, eran Ebrard y Mancera.

Claro que hubiera estado más bonito que Peña Nieto hubiera reaccionado así desde junio del 2015, cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación, declaró inconstitucionales las leyes de los estados que contemplan al matrimonio como la unión exclusiva entre un hombre y una mujer.

¡Ah! Pero no vayan ustedes a creer que este apoyo es de a gratis o por la pura buena onda de un partido político. Se trata del resultado de DÉCADAS de activismo; de la misma forma en la que en el 2009 la aprobación del Matrimonio Igualitario en la Ciudad de México no fue un obsequio del PRD.

Y que ni crean que con esto ya se nos olvidaron las omisiones que este Gobierno tiene en otros temas de Derechos Humanos y rendición de cuentas. Ya era hora de que se combata la homofobia a nivel institucional, pero la corrupción, las desapariciones forzadas, la tortura o la pobreza extrema; siguen esperando ser atendidas.

Tampoco nos vamos a quedar esperando a ver a qué hora se le antoja al Congreso entrarle a un tema al le han sacado por tanto tiempo, y al que ahora, el Ejecutivo Nacional los obliga a discutir.

Claro que las pintorescas reacciones en contra no se hicieron esperar, ya que grupos ultra conservadores aseguran que las secretas intenciones del presidente son “destruir a la familia como base social y otorgarle más poder a la Dictadura Gay, encargada de oprimir y censurar a toda la sociedad que piense diferente a ella”. No se rían. Es neta.

Y al más puro estilo de Doña Margara Francisca, que “con todo respeto” te mienta la madre, la Conferencia del Episcopado Mexicano, menciono que vivimos en una sociedad en la que ya no se advierte con claridad que solo la unión exclusiva e indisoluble entre un varón y una mujer cumple una función social plena; sin embargo, asegura aceptar “que toda persona, independientemente de su orientación sexual, ha de ser respetada en su dignidad”. Si les digo. Como Doña Margara Francisca.

E insisto, el activismo por los Derechos LGBTI mexicano, llevaba décadas exigiendo un pronunciamiento y acciones como las anunciadas el pasado martes desde los Pinos; no reconocerlas sería como no aceptar el cambio generado por grandes luchadores sociales.

El matrimonio igualitario no es la cúspide de los derechos LGBTI, aún hay mucho que hacer en materia laboral ¿O ustedes por qué creen que no hay secretarios de estado, embajadores o futbolistas mexicanos fuera del clóset? ¡Ah, sí! Claro. Por la homofobia.

Termina su columna y les asegura que el Matrimonio Igualitario no obliga a los bugas a casarse con gays. Neta.

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