¿Tu obsesión por el fútbol puede afectar tu relación?

Existe una línea muy delgada entre la pasión y la obsesión. La pregunta del millón es ¿te puedes volver adicto al fútbol?

La adicción a los deportes sí existe y tiene que ver con la dopamina que el cerebro libera cuando los vemos. Los partidos se convierte en una vía de escape para muchas personas, y el problema llega cuando lo usan como una curita para tapar el dolor, en vez de para pasar un rato agradable.

La adición a esta actividad termina realmente siendo una dependencia a las sustancias químicas que el cuerpo libera para darnos placer. No se trata de cuánto tiempo pasas pensando en el tema, sino de si esto trae situaciones negativas a tu vida o te lleva a actuar de manera irracional.

Porque como dice Josh Klapow, psicólogo clínico de la Universidad de Alabama, “hay una gran diferencia entre un fanático dedicado y un adicto al fútbol”.

Si te comportas de alguna de las siguientes maneras, es recomendable que busques ayuda profesional.

La adicción al deporte puede puede aislar a la persona del mundo y afectar su vida como cualquier otra dependencia de sustancias. Por lo tanto, también puede dañar sus relaciones amorosas, de trabajo, amistad y familiares.

Ojo, serle fiel a un club, amar la energía de un estadio y tener las playeras de “tu equipo” no te convierte en un obsesivo. Pero siempre hay que tener cuidado con las pasiones del corazón.

¿Y en el amorsss?

Así como eres fiel a tu equipo, de la manera en que sientes pasión por los deportes, deberías trabajar en la lealtad a tu pareja. Procura que así como dedicas tiempo a ver partidos o competencias deportivas, le dediques tiempo, atención y muuucho cariño a la persona con la que tienes una relación, sino definitivamente eso va a tronar.

Por: María Milo

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