Disculpe, gracias, por favor, son las palabras mágicas

Existen palabras que tienes que usar siempre como gracias, con permiso, disculpe...

Todavía en Coatepec, Veracruz la gente se saluda, dice con permiso, gracias y al terminar de comer en un restaurante dice provecho.

En el metro de Londres todavía la gente dice please (por favor), disculpe (pardon)…, entonces ¿Qué pasa en tu oficina, en la calle, en el metrobús, en la fonda El Rinconcito?

Hasta en San Felipe del Progreso los que cuidan chivas cuando se cruzan dicen tardes…, tardes, ¿qué pasó aquí?, ¿se acabó ya lo cortés y lo valiente.

El Maestro Pedro Cendejas recuerda: como piensas, hablas; como hablas, actúas; se te hace hábito y ése es tu destino.

Lo que dices te define y define tu vida.

Por muy grande que sea tú corporativo o por muy hostiles que sean tus compañeros; por muy lleno que amanezca la tiendita, por muy imbécil que sea el chofer, te lo digo a ti, defínete como una persona cortés.

No basta la sonrisita ni el mjm, expresa con la voz palabras que a todos nos caen bien, no esperes a que te digan: qué, ¿dormimos juntos?, saluda o que te digan de nadaaaaa o páaaasaaaaleeee…

Las palabras de cortesía te llevarán a experimentar los sentimientos que las provocan, a veces las dirás por decirlas, pero tarde o temprano sensibilizarán tu corazón. Mi Godínez, convéncete, es más fácil vivir en un ambiente cordial.

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