¿Necesito terapia o no es para tanto?

Todos tenemos malas rachas, estrés, dolor, tristeza y conflicto pero ¿cómo saber si necesitamos ayuda profesional o si es algo que eventualmente pasará?

No todos los problemas necesitan meses de terapia, no todo malestar requiere sesiones y sesiones para solucionarse. La vida también nos brinda oportunidades que nos ayudan a salir adelante: amigos, lecturas, películas, canciones, cursos, viajes, etc. Pero hay veces que esto no es suficiente.

Muchos nos hemos sentido atrapados en alguna situación que nos rebasa, frustrados de intentar solucionar nuestros conflictos con métodos que solo complican más las cosas, atemorizados por algún síntoma que persiste -insomnio, angustia, pensamientos obsesivos, cansancio, pleitos constantes- y desconcertados al tener un dolor recurrente y profundo que no podemos ni superar ni manejar.

Sentirse mal, enfrentarse con estos sentimientos negativos es algo bastante común, pero pocos buscan ayuda profesional por el estigma de que eso es para “enfermos”, “locos” o porque sienten que asistir a una terapia es una forma de “debilidad”. Hay situaciones que, sin duda, requieren consultar a un profesional, sobre todo si llevamos tiempo “echándole ganas” de mil maneras sin ver ningún cambio. Las crisis también tienen su lado positivo, nos dan la oportunidad de repensar el pasado y darle un nuevo significado para aumentar nuestra conocimiento personal y desarrollar herramientas con las que podamos generar condiciones de bienestar.

¿HAGO CITA?

No es necesario vivir un sufrimiento extremo o sentirse asfixiado y hundido para ir a terapia. Revisa los puntos y pon atención si te identificas.

Resultado: si tienes dos o tres de estos indicadores por un periodo de al menos tres meses, necesitas tomar acción y pedir ayuda.

 

TE PUEDE INTERESAR