Toronto para principiantes

“La diversidad es nuestra identidad”, así se definen en Canadá y así es como reafirman que la multiculturalidad es parte de su esencia, y es que la calidez con la que te reciben te hace sentir tan bienvenido que apenas dejas el país ya tienes ganas de regresar.

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“La diversidad es nuestra identidad”, así se definen en Canadá y así es como reafirman que la multiculturalidad es parte de su esencia. Y, créanme, en un mundo donde todos somos extranjeros, la calidez con la cual te reciben es digna de agradecerse… te hace sentir tan bienvenido que apenas dejas el país ya tienes ganas de regresar.

En últimos años, Canadá se ha convertido en uno de los destinos favoritos de los mexicanos no solo porque es de los países con mayor calidad de vida a nivel mundial y con una gran propuesta cultural, sino porque cada vez es más fácil ingresar, simplemente tramitas una autorización electrónica de viaje (eTa), de unos 7 dólares canadienses, y ¡listo!

Una vez que sorteas el ingreso al país, lo difícil será decidir el destino. ¿Auroras boreales? Las tiene. ¿Grandes lagos? También. ¿Montañas? Pff, ¡claro! Canadá tiene un abanico de posibilidades, otro de sus sinónimos, y no solo en sus paisajes, sus ciudades también son una joya.

Primera parada: Toronto

De entre todas las ciudades destaca Toronto, la más grande y capital comercial del país. Si te gusta la modernidad y lo cosmopolita, definitivamente tienes que conocerla. Más de la mitad de su población proviene de distintos países, por eso su oferta es variada, tanto en experiencia como en gastronomía. Además, en sus calles puedes ver cómo conviven lo moderno y lo tradicional (sus fachadas victorianas son un clásico) y podrás conocer, si traes la actitud guerrera de maratonista, la calle más larga del mundo, Yonge Street, una avenida de 86 km que conecta el lago Ontario con la frontera de Minnesota.

¿DÓNDE QUEDARTE?

¿Qué tal te suena una habitación con su propio tocadiscos y una selección de buen jazz? Pues entonces tu lugar es The Broadview Hotel, un edificio de 127 años de antigüedad, ubicado en uno de los barrios históricos de la ciudad que se comunica por tranvías, lo que le agrega un punto vintage a la experiencia (si miras hacia la calle, te sentirás en otra época). Sus cuartos son tan cómodos que te va a costar trabajo querer salir, sobre todo en las épocas de frío. En su terraza se organizan noches con diferentes tipos de música, ideal para los amantes de los ambientes tranquilos y relajados.


¿QUÉ HACER? 

Es una de las preguntas más complicadas a las cuales te enfrentas al hacer un itinerario. Lo primero a considerar es el tiempo que vas a estar en el destino para escoger los spots más representativos. Y, ¡claro!, tu presupuesto. Pero como las opciones son taaaan amplias, hay para todos los gustos y presupuestos.

Tip MOI: puedes comprar el Toronto City Pass que incluye las principales atracciones de la ciudad, como CN Tower, Casa Loma, Royal Ontario Museum, Ripley’s Aquarium of Canada, Toronto Zoo y el Ontario Science Centre.

Cataratas del Niágara

A solo 90 minutos de Toronto se encuentran las cataratas más famosas de Norteamérica, no solo porque en los 90 se lanzó David Copperfield de ellas, sino por ser fuente de energía y empleo para los pueblos cercanos. Visitarlas en primavera o invierno depende de tus gustos porque ofrece experiencias distintas, aunque igual de increíbles… no es lo mismo que ames los climas fríos (realmente fríos) y los paisajes blancos, a que te encante lo verde y el solecito. Si quieres agregarle un plus, toma el Hornblower Niagara Cruises, un barco que te acerca a ellas para darte un chapuzón refrescante (obvio no en invierno… a nadie le gusta tener turistas congelados) o el Journey Behind the Falls, donde puedes bajar y ver las cataratas por atrás. Si quieres combinar una actividad aventurera y única, considera un viaje en helicóptero, tendrás otra perspectiva. Cierra con broche de oro (y con un buen sabor de boca) y conoce los viñedos de Peller States, donde puedes probar el IceWine, un vino dulce típico de la región.

Royal Ontario Museum

Si te gusta el arte, la cultura y los dinosaurios, no te pierdas este museo (el edificio que resguarda sus piezas es una verdadera obra maestra arquitectónica y de diseño). Es una excelente opción para ir con niños, pues cuentan con salas interactivas donde puedes tocar pieles de los animales endémicos de Canadá y huesos de dinosaurios, además los sensibilizan sobre el cuidado del medio ambiente. Siempre tienen exposiciones temporales imperdibles, como la de marzo de este año que estuvo dedicada a Dior y a los Vikingos, pero puedes ver cuáles estarán en su página (https://www.rom.on.ca/en).

Ripley’s Aquarium

¿Te apasionan los peces? Éste es el lugar para ti. Metros y metros para conocer la vida submarina. Hay varios túneles de cristal donde puedes ver mantarrayas, tiburones, tortugas gigantes y miles de peces. Hasta hay una alberca con tiburones tigre para tocarlos y una sección para quien ama a las medusas. Ideal para divertirse con niños.

CN Tower

En el corazón de Old Toronto, el centro histórico de la ciudad, se encuentra el distrito financiero y decenas de impresionantes rascacielos, entre ellos la CN Tower, que hasta 2010 era la más alta del mundo (553 metros hasta la punta).

Allí puedes tener la mejor vista de la ciudad, tanto de día como de noche, y es de los pocos lugares donde puedes hacer deportes extremos como el Edge Walk (caminata al aire libre a 356 metros de altura, tienes que reservar) o caminar por el piso de vidrio (no apto para los que sufren vértigo).

 

¿DÓNDE COMER?

Dicen que uno conoce un país por su comida y Toronto no sería lo mismo sin visitar sus restaurantes y mercados. Como su población es tan variada, su gastronomía es un collage de sabores y sensaciones. Lo que sí te podemos decir es que es más que miel de maple.

Comienza por el St. Lawrence Market, donde hay de todo, desde platillos de diversas partes del mundo hasta montones de mariscos y pescados frescos provenientes de las distintas provincias canadienses. Aprovecha para probar el mejor sándwich de langosta, ¡no te arrepentirás!, o el clásico peameal bacon (rebanadas de lomo de cerdo encurtidas y enrolladas en harina de maíz, una receta de los primeros migrantes ingleses que llegaron a Canadá).

Sigue con el Kensington Market, que es un barrio por el que puedes caminar y, ya sea en un tazón de sopa o comprando un sari, viajas a todo el mundo (encuentras una tortería mexicana o un restaurante que fusiona la comida de Jamaica con la italiana). Mientras lo recorres, puedes comer poutine (papas fritas con queso cheddar y salsa de carne) o mac & cheese, que es tan popular que se considera uno de los platos nacionales. Valen cada una de las calorías que tienen.

 

Los restaurantes no se quedan atrás y si tienes poco tiempo clava el diente en…

Cluny Bistro & Boulangerie

Tanto el diseño como el menú hacen de este restaurante uno de los spots para meter tu cuchara. Te transportas a un bistró parisino que combina la buena cocina, excelentes panes y los mejores ingredientes. Date espacio para una cena romántica, vale mucho la experiencia.

 

 

360

¿Qué pasa si sumas adrenalina, comida deliciosa y la mejor vista de Toronto? El 360, el restaurante giratorio que se encuentra hasta arriba de la CN Tower. A parte de la vista, ofrece un menú con productos frescos de la región: langosta, ostras, carne… ¡tú eliges! Puedes pedir el menú de degustación.

Leña

Como su nombre lo dice, su menú rinde homenaje a los platillos a la leña, como el jamón blanco, y a las cocinas argentina y española. El chef Anthony Walsh se esmeró en tener una cocina especial para cada ocasión. Los postres son imperdibles: churros con chocolate maya o un Egg White Flan. ¡No te arrepentirás!

 

Bien dicen que uno nunca termina de conocer una ciudad, así que cada vez que regreses encontrarás una cara de Toronto desconocida. Tienes museos, parques, mercados, lagos, buena comida, rascacielos, el subterráneo peatonal más largo de América, que conecta más de 1200 tiendas, 50 torres de oficinas, 5 estaciones de metro, 6 hoteles y algunos centros de entretenimiento… ¡todo en un solo lugar! No hay pretexto, haz de Canadá tu mejor destino.

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