Meditar ¿es para mí?

¿Cómo es vivir diario preocupado por ese tipo de pensamientos? Deja de pasarla así

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Si te cuestionas ¿meditar o no meditar? Seguramente piensas: “no tengo tiempo”, “si debería, pero…”, “yo no puedo dejar de pensar”, “yo soy muy activ@”, “meditar es para los que tienen tiempo”, “a mi lo que me gusta es ser productiv@”, “tengo asuntos más importantes antes que meditar”…

Todo eso es la mente lanzando pensamientos y es normal. El ojo ve, el oído escucha y la mente piensa. Pero espera, antes de ver si deberías o no meditar, cuestiónate: ¿cómo es vivir diario preocupado por ese tipo de pensamientos? Porque no solamente los piensas cuando te planteas meditar, también aparecen al hacer ejercicio, ahorrar dinero, pagar tarjetas, estar con tus hijos, visitar a algún familiar, atender tu salud, tomarte una siesta, recibir una llamada, hacer un hobby, etc. Un poco cansado vivir así ¿no crees?.

Tiene que ver con una especie de angustia existencial donde hay una sensación de que no hay tiempo ni libertad. Y la meditación es ideal para esto, incluso para la depresión, ansiedad y el dolor crónico. Pero, si no tienes problemas muy fuertes, también la meditación te ayuda para pasar de bien a mejor, es decir, abre y potencia tus posibilidades.

Seguramente ya te has dado cuenta de cómo es este asunto de vivir: sufrimos (por la enfermedad, la muerte, la vejez, el desamor, el fracaso, la injusticia, la pérdida, el conflicto). La cosa es que al no saber bien qué hacer con lo que duele, vives resistiendo lo que la vida es, le huyes a lo que no te gusta buscando lo que si te gusta y todo esto impide la posibilidad de acceder a inteligencias que ya tienes como:

  • Claridad mental
  • Visión estratégica
  • Inteligencia emocional
  • Postura corporal digna
  • Satisfacción y alegría interna
  • Decisiones apropiadas y óptimas
  • Sensación de espacio y tiempo
  • Bienestar

Digamos que estás cableado con ciertos patrones que se repiten y estos cristalizan tus maneras de pensar, de sentir, de reaccionar y de vivir.  La meditación renueva el cableado de tus neuronas ¿cómo? meditando. Te conviene porque igual que las empresas, si no te “reinventas” quiebras (sufres) y te vuelves obsolet@ (apatía o resignación).

Meditar es despertar tus inteligencias porque generas una manera diferente de relacionarte con la mente, las emociones, el cuerpo, los problemas de la vida y tus aspiraciones asociadas a tu sentido de misión. Incluso descubres nuevas inteligencias (que intuías o que no sabías que tenías) y se te abre el corazón naturalmente.

Esto es como las dietas y el ejercicio, solamente empezando obtienes sus beneficios y te lo agradeces, no hay duda.

Yo me dedico a contribuir de manera profunda y notable la vida de las personas y una de las maneras en que lo hago es a través de la meditación y veo que, muchas veces, las personas no meditan porque tienen muy “buenas razones” para postergarlo o no hacerlo, sin darse cuenta que sus razones son reflejo de limitantes que, de hecho, las restringen en otras áreas de su vida para poder atender este tipo de asuntos:

  • Resolver situaciones de conflicto
  • Dejar hábitos que no quieren como: atracones, gastos excesivos, mal humor
  • Disminuir dolores de cabeza o insomnio
  • Dejar de pensar en el pasado (el ex, la juventud, los buenos momentos,…)
  • Disminuir la depresión y la ansiedad
  • Vitalidad
  • Hacer planes o actividades que les encantaría hacer
  • Dejar de esperar que los demás sean perfectos

Si algo de lo mencionado te checa, te conviene meditar.

Meditar te lleva a renovar la manera en que te vives a ti mism@,  la manera en que vives la vida, a descubrir una visión sabia, lo cual te lleva a libertad y conexión.

Así que ¿por qué no hacerlo?

Quizá es momento de empezar.

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Equipo moi.

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