¿Qué tan abierto conviene ser con tu pareja?
Hay conversaciones que definitivamente preferirías evitar con tu pareja, todo fluye y se te sale información que nada más no viene al tema ¿te ha pasado?
Hay quien se queja de que su pareja “siempre le interroga” y otros se quejan que su pareja “nunca le cuenta nada”. Y están las parejas que fluyen sin mucho pensarlo en conversaciones en las que, a veces, preferiríamos no estar.
Ser abierto en una relación es el interés y disposición de una persona para revelar información a su pareja, es contarle lo que te pasó o te está pasando en ese momento, anécdotas, ideas, bromas, algo que viste o algún chisme.
Si lo comparamos con honestidad, ser abierto implica decir la verdad sin que nadie te lo haya preguntado y la honestidad es decir la verdad en respuesta a alguien más.
En 2002 se realizó un estudio, el cual encontró que la apertura es una cualidad que atrae a las personas. Uno más reciente, 2016, el Journal and Personal Relationships señaló que este tema es una fuente de estrés para las relaciones.
Si sientes que tu pareja no es tan abierta contigo quizá los estándares de ambos en cuanto a lo que significa ser abierto no son los mismos.
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La apertura debe estar libre. Lo que queremos es que nuestra pareja se siente cómoda contando lo que desee, no obligada en un interrogatorio infinito.
¿Qué es entonces lo normal?
- La necesidad de apertura que se tenga va muy ligada al estilo de apego que se ha desarrollado.
- Una persona con apego seguro estará mucho más conforme con el nivel de apertura que su pareja tenga.
- Una persona con apego inseguro o ansioso, siempre querrá más información y más detalles.
- Una persona con apego evitará ser abierto y no contará o compartirá mucho de su mundo interior.
Lo normal en una relación sana involucra:
- Apertura, pero con derecho a la privacidad personal.
- Un balance entre compartir y reservarse.
- Interdependencia, pero con independencia de cada uno.
TEST: ¿Cuánto vas a durar?
Si sientes que antes era más abierta y ahora ya no lo es:
- Observa si haces esto y trata de escuchar y validar lo que te cuente tu pareja. Si sospechas que hay algo oculto, hazle saber tu preocupación y dale ejemplos concretos de eso.
- Evita el “ya nunca me cuentas nada”, mejor usa un: “siento que antes nos contábamos más cosas; por ejemplo, antes de acostarnos nos contábamos una anécdota de la oficina y ahora no se si es que estamos cansados, pero ya nos dormimos de volada”
Si tu pareja te lo ha pedido o hace reclamos por falta de apertura, trata de abrirte solo un poco más. Contar un poco de tu día o de algo que tengas en mente.
Por marthadebayle.com