ruptura de pareja

Negación en el amor

La mente se protege de la ansiedad y realidades dolorosas, alterando y disminuyendo la conciencia.

La negación es un mecanismo de defensa, totalmente inconsciente, en donde la persona ignora, rechaza o distorsiona todo aquello que le lastima, le asusta, que no sabe cómo manejar, que le hace entrar en contacto con emociones que le abruman y/o que, de reconocer que algo está pasando, tendría que tomar decisiones consecuentes que no quiere tomar.

En este estado, la mente se protege de la ansiedad y realidades dolorosas, alterando y disminuyendo la conciencia. No es un auto-sabotaje; la persona no busca lastimarse, sino protegerse. La cuestión es que negar la realidad o hacer como que “no pasa nada”, no suele ser una actitud que resuelva los problemas.

Escucha el podcast: Siento celos del pasado de mi pareja

¿Hay distintos grados de negación?

La Dra. Darlene Lancer, psicoterapeuta, experta en relaciones de pareja y codependencia, dice que podemos tener hasta cuatro niveles de negación:

Primer grado:
Negación del problema, sentimiento o necesidad.

Segundo grado:
Lo admites, pero lo minimizas o racionalizas (argumentas lo que sea para justificar lo que pasa y hacerlo “comprensible”).

Tercer grado:
Lo dimensionas, pero niegas las consecuencias (no pasa nada).

Cuarto grado:
Reconoces que algo va mal, pero te rehúsas a buscar ayuda (bajo la creencia que el otro va a cambiar, que la relación mejorará por arte de magia o por el temor que la ayuda venga de la mano de una separación).

La negación no es ni buena ni mala; podemos decir que es:

Adaptativa
Cuando nos ayuda a aceptar una realidad dolorosa gradualmente para poder ajustarnos al impacto de un suceso.

Desadaptativa
Cuando bloquea de manera permanente o muy prolongada darse cuenta de un problema y este se deja crecer y empeorar.

¿Por qué sucede en una relación de pareja?

El “Sesgo de la verdad”. En donde nuestra habilidad para percibir la realidad y detectar mentiras se ve seriamente afectada cuando nos vinculamos románticamente a una persona.

Nuestros apegos. Si bien es cierto que el apego nos ayuda a crear un clima de estabilidad emocional en una relación, los apegos están menos enfocados a que uno sea feliz y más orientados a que dos personas se queden juntas. Si a esto agregamos una dosis de ansiedad, el estar juntos se vuelve una necesidad vital y la separación una amenaza para la integridad.

¿Quién es más susceptible de entrar en negación ante una relación que está muy mal?

¿Qué hacer?

Por marthadebayle.com

TE PUEDE INTERESAR