Fugarse de prisión

En el mundo hay miles de fugas aun con las medidas de seguridad más extremas, como lo hizo "El Chapo"

A partir de las fugas y reaprensiones de El Chapo Guzmán me di a la tarea de investigar qué otras fugas famosas hay en la historia y las formas ingeniosas para hacerlo. Aquí una pequeña muestra.

Probablemente la más famosa es la de Alcatraz a principios de los 60. Era la prisión más famosa del mundo y fue construida a prueba de fugas para encarcelar a los más peligrosos. Tres reos rompieron con cortaúñas y cucharas el concreto que rodeaba el sistema de ventilación de su celda por un espacio de 6 meses. Salieron por allí y escaparon en balsas hechas con desperdicios.

Otro caso que llegó al cine fue el conocido como el Gran Escape durante la Segunda Guerra Mundial. Prisioneros de guerra en Alemania escavaron por meses 3 túneles a más de 8 metros de profundidad y más de 100 metros de largo. La intención era que más de 200 presos escaparan, las condiciones solo permitieron que 87 lo hicieran pero 11 fueron encontrados en el bosque a las afueras de la prisión.

También Giacomo Casanova, famoso por sus conquistas amorosas, logró escapar por un túnel elaborado con herramienta rudimentaria.

Al parecer los túneles han sido muy usados. Durante la Guerra Civil en los Estados Unidos, en 1864, 15 soldados prisioneros de guerra cavaron un túnel por 17 días. Más de 100 prisioneros lograron escapar aunque cerca de la mitad fue recapturado.

Uno de los que más me impresionó fue el de Pascal Payet, criminal francés condenado a 30 años por asesinato en 1997. Él logró escapar de prisión y ayudar a amigos a hacerlo, no una, ni dos, sino 3 veces, y de la misma manera. Increíblemente lo hacía secuestrando helicópteros que aterrizaban en prisión. Utilizando helicóptero también se fugó un reo gringo de la cárcel de Lecumberri en los 70 aquí en el DF.

A nivel mundial se registran miles de fugas cada año. Son más frecuentes de lo que pensamos. Lo que no es normal es que lo haga una persona tan buscada como El Chapo y menos de cárceles de alta seguridad. Un amigo me comentaba que él ha visto fugarse a El Chapo más veces que los campeonatos que ha podido disfrutar de su equipo favorito, el Atlas de Guadalajara.

Otras formas que han utilizado es disfrazarse de mujer, esconderse en maletas, dentro de ambulancias, utilizando documentos de identidad falsos y cualquiera otra forma que la imaginación, la corrupción o la inoperancia permitan.

En cantidad de fugados, las mayores en nuestro país son: Nuevo Laredo en 2010 donde 141 presos escaparon caminando por la puerta de vehículos y en 2012, 132 escaparon de la prisión de Piedras Negras. Hay varias fugas de decenas de prisioneros.

Según datos de la Comisión Nacional de Seguridad, en el sexenio de Fox se fugaron 245 reos, en el de Calderón 127 y en lo que va de este sexenio la cifra ronda los 40. Cabe aclarar que los datos no son solo de penales federales, también incluyen los estatales. Aparentemente mejoramos en este sentido aunque la corrupción y la ineficacia siguen presentes. Un tema pendiente sigue siendo que estos espacios son todo menos centros de readaptación social, las condiciones al interior de las cárceles siguen siendo inhumanas.

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